EL ABOGADO DEL PUEBLO

#PJF. En el año de 1995 el PJF, sufrió un cambio profundo, se creó el consejo de la judicatura federal y por primera vez se estableció la carrera judicial que garantizaba la estabilidad e inamovilidad de los miembros del poder. Se dieron las bases para la designación por medio de concurso de oposición para todos los cargos y su fundamento era el artículo 110 de la entonces ley orgánica del Poder Judicial Federal, con el renovado poder judicial llegaron también las manzanas podridas, las que hoy se toman como dato generalizado para pensar que todo el poder judicial está podrido. En ese entonces don Genaro David Góngora Pimentel, presidente de la Corte y del Consejo de la Judicatura, presentó un libro en el que recabó muchas cartas escritas de ministros, magistrados y jueces, que titulo: “cartas a un juez que inicia su carrera judicial”, que a la fecha conservo porque lo levante de un cesto de basura en el juzgado Décimo de Distrito en Coatzacoalcos, Veracruz, donde me desempeñe como secretario. He leído muchas cartas del libro por ejemplo: la del ministro Juan Díaz Romero, la del magistrado Wilfrido Castañón y por supuesto la de Don Árturo Serrano Robles, ilustre chiapaneco, que quizá algunos recuerden; ahí narra lo siguiente: “…con orgullo, creo pertinente y oportuno para los fines que se persiguen con la edición del libro para el cual escribo estos renglones, invocar el suceso que me hizo vivir horas dolorosas cuando alguien, el líder de una central campesina, me atribuyó públicamente, haber recibido cincuenta millones de pesos para dar a mi sentencia determinado sentido, pero autoridades federales, locales, centros universitarios, y barras y colegios de abogados, salieron también públicamente en mi defensa… y el calumniador acabó por retractarse y mi dolor se conviertio en jubilo…”; cuenta también don Arturo, que el ministro y presidente de esa corte don Felipe Tena Ramírez, le había llamado de San Antonio Texas, para decirle que lamentaba lo sucedido y que también ya sabía de la opinión que México tenía de él. A qué viene este comentario, a que va ser lamentable y nos vamos arrepentir de pensar que por unas manzanas podridas todo el poder judicial está podrido, donde están las barras, colegios, abogados opinando que esa reforma va ser el error más grande en toda la historia judicial del país, los jueces de carrera contribuyen a La Paz social, lo cual se obtiene a través de una adecuada impartición de justicia. La reforma judicial, no es una reforma, es el sometimiento y venganza del último contrapeso que de caer, cae todo el país. Texto: Manuel De Jesus Cruz Espinosa (Sin demagogia).

 

Atado de las manos, encontraron un cuerpo sin vida